La historia Sagrada es una hermosa carta de Amor que Dios escribe a la humanidad, para hacernos encontrar su intención de Padre interesado en rescatarnos de la esclavitud del Pecado. Así que siempre ha llamado a hombres y mujeres a ser los testigos y mensajeros de su Palabra. Esta Revelación de Dios Padre, es la demostración del Ser de Dios, como Padre misericordioso.
Del Éxodo del AT al Éxodo de Jesús
En la antigua Alianza se descubre el acto de amor de Dios al pedirle a Moisés que sea su mensajero y su servidor, la clave de nuestra evangelización. Mensajeros del Amor y Testigos del Reino. Pero el Éxodo del AT no era más que la imagen de lo que realmente se cumplirá en el Mesías Liberador.
Nuestro monumento de jueves santo, quiso mostrar ese Éxodo de Jesús, con los elementos propios de la Cena Pascual Judía, a la Cena Pascual Cristiana, con Jesús reservado como PAN que nutre nuestra Vida Espiritual.
Por eso debemos estar preparados a celebrar la PASCUA, la fiesta principal del misterio Cristiano, el PASO de la muerte a la Vida, del Pecado a la Gracia, de la Oscuridad del sepulcro a la Luz maravillosa de la Resurrección. La verdadera Pascua es Jesús Resucitado.
Que vieron las mujeres frente a la TUMBA: la piedra enorme y pesada, difícil de mover estaba tumbada, EL PADRE derrumbó las imposibilidades, derrotó la muerte para que tengamos la verdadera VIDA, EL PADRE RESUCITÓ a su HIJO. Fueron TESTIGOS de lo imposible, videntes serán del RESUCITADO.
Hemos de cortar con lo vacío de las oscuridades, y PASAR a la Luz del Señor Resucitado. Habituarnos a la LUZ al amor, a la Libertad, a la PAZ. Todo comienza de nuevo.
Cada uno de nosotros es un principiante de esta Nueva VIDA
Dios mantiene su promesa en la Palabra
Dios Padre es el amo de lo imposible
Dios se revela en lo increíble
El Amor ha tenido la última Palabra
La debilidad ha podido vencer a la Fuerza, a la violencia el odio.
El Perdón se ha tomado la revancha sobre la traición, el abandono, la cobardía, la mezquindad, en fín Dios gana siempre ante lo imposible.
Y nos invita a cruzar el umbral de los miedos a tumbar esa piedra difícil de mover, porque Él está con nosotros. Somos testigo de lo imposible, pacientes de la esperanza.
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